En el marco de la campaña PolioPlus, iniciada en 1985, el transporte de las vacunas a las regiones en desarrollo sin infraestructura adecuada ha sido problemática. Desde el momento en que las vacunas salen del almacén del fabricante hasta que lleguen a los destinatarios, es necesario mantenerlas en temperaturas de entre 2 y 8 grados centígrados. La más mínima variación térmica podría estropear todo el envío, dejando a los niños sin la protección que necesitan.
La cadena de frío, implementada para transportar vacunas contra la polio, también se ha utilizado para la distribución de vacunas contra el sarampión, el tétanos y la difteria. De hecho, el "plus" en PolioPlus significa que los rotarios, además de trabajar para erradicar la polio, dejarán como legado una infraestructura sólida que servirán en futuras campañas contra enfermedades que afectan a la humanidad. Sin embargo, se estima que una tercera parte de la capacidad de la cadena de frío en África Subsahariana está dedicada a la lucha contra la polio. La Iniciativa Mundial para la Erradicación de la Polio, instituida con el apoyo de Rotary, se considera un excelente modelo de la colaboración entre los sectores privado y público.
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